jueves, 1 de diciembre de 2016

Amistad

Amistad

Alejandra

Tener amigos es un asunto que siempre me ha resultado complicado; ya que, para mí era muy difícil establecer una relación de amistad y, sobre todo, mantenerla.
Durante mi infancia, realmente no logré tener amistades sinceras ni duraderas. En realidad, relacionarme con otros niños de mi edad me resultaba bastante difícil, pero no era un asunto que me preocupara. Creo que influía el hecho de que, debido a que yo era bastante torpe en el ámbito de la coordinación y actividades físicas, no me agradaban la mayoría de los juegos infantiles; prefería jugar juegos de mesa, o armar rompecabezas.
Recuerdo que me era mucho más sencillo relacionarme con mis primos que con otros niños, ya que sí tenía una buena relación con ellos y participaba en los juegos. Pero establecer amistad con niños de mi edad que no conocía era algo que no lograba hacer fácilmente. Podría decirse que mis primos eran prácticamente los únicos amigos que tenía.
Durante el jardín de niños, logré tener un par de amigas; aunque, no mantuve la amistad y perdí el contacto con ellas.
En la primaria, tampoco tuve muchas amistades; sólo tuve una amiga en los primeros años. Pero después me cambié de escuela y, a pesar de que al principio tratamos de mantenernos en contacto y la visité unas veces e igualmente ella me visitó a mí, después no nos volvimos a ver.
También me relacionaba un poco con mis demás compañeros, pero realmente era porque debía trabajar en equipo, no porque tuviera una verdadera amistad con ellos.
Cuando cambié de escuela, debido a que mi grupo era muy pequeño, pude relacionarme un poco con las demás niñas. Pero, aunque traté, no pude establecer realmente una amistad con ninguna de ellas; sólo nos veíamos fuera de la escuela porque debíamos hacer trabajos en equipo.
Después, en la secundaria, asistí a una escuela para niñas. El grupo era bastante grande, y la mayoría de ellas era muy diferente a mí en cuanto a sus intereses y personalidad. Pero había un grupo pequeño de amigas, con las que intenté establecer amistad porque me identificaba más con ellas. Sin embargo, aunque al terminar la secundaria, casi todas ingresamos a la misma escuela en la preparatoria, todas ellas cambiaron bastante su personalidad a partir de eso y se separaron, por lo que ninguna mantuvo la amistad.
Y cuando entré a la preparatoria, finalmente comenzó a resultarme un poco más sencillo establecer amistades. Durante el primer año, tuve una amiga cercana con la que aún hablo y me reúno frecuentemente. Sin embargo, en el segundo año las dos estuvimos en grupos diferentes, por lo que tuve que buscar nuevas personas con quienes interactuar; ya que, no conocía a nadie en ese grupo, y me preocupaba el no tener con quien trabajar en equipo cuando se requiriera. Por suerte, conocí a un grupo de amigas y amigos con los que me llevaba bastante bien y, aunque algunos de ellos ya se habían conocido un año antes, me integraron a su grupo de amistades. Hasta la fecha, aún mantengo la amistad con la mayoría de ellos.
En mi último año de la preparatoria, nuevamente estuve en un grupo distinto que mis amigos, porque cada quien escogió un área distinta para su carrera. Sin embargo, esta vez sí conocía ya a una compañera desde antes en mi grupo y establecí amistad con ella; aunque después parecía que sólo quería ser mi amiga porque le interesaba que yo le ayudara con las materias y, con las tareas y trabajos. Por eso, a veces llegué a pensar que realmente no éramos amigas. Después, al entrar a la universidad ella también ingresó a la misma carrera que yo. Y aunque no hemos compartido clases, aún la veo en la escuela de vez en cuando. Realmente ella es quien aún me busca, por lo que podría decirse que seguimos siendo amigas.
Pero a partir de que entré a la universidad, se me ha facilitado un poco más tener amistades; el grupo de amigos que tengo son compañeros que conocí desde el primer semestre y, aunque ya no siempre podemos coincidir en las mismas clases, nos seguimos frecuentando casi todos los días y tratamos de mantener la amistad. Y también, cada semestre he conocido a nuevos compañeros y he logrado formar algunas otras amistades.
Pienso que, para mí siempre fue difícil tener amigos y conservar las amistades, principalmente porque me era muy complicado encontrar intereses comunes con la gente de mi edad. Sin embargo, me doy cuenta de que sí es importante tener algunas amistades cercanas. Y he aprendido que, para conservar la amistad, uno debe interesarse por la otra persona y sus gustos; y no sólo restringirse a los intereses propios, que es lo que me sucedía antes. También me he dado cuenta de que, para lograr tener verdaderas amistades, se requiere de invertirle tiempo a la amistad.


Fernando

Existe una cierta confusión respecto a las amistades, se menciona mcuho que la persona con Síndrome de Asperger no puede tener amigos. En la mayoria de los casos, desde mi punto de vista, es falso. En mi caso muy particular, desde la escuela primaria tuve amigos, aunque cabe acalarar que nunca fueron muchos, y en realidad, en los grupos de niños más reducidos es donde funcionaba mejor, donde me sentia menos en desventaja en cuanto a las relaciones sociales. Aun así también tengo que recalcar que en más d euna ocaisón acabé siendo aquella persona que es muy frecuentemente el blanco de los chistes, bromas y burlas dentro del grupo de amigos. Y también, en lso grupos grandes de niños o adolescentes, siempre terminaba relacionándome con los chicos más impopulares y poco sociables. 

Sin embargo, la aparición del internet y las redes sociales ha facilitado tremendamente mi capacidad de hacer amistades y relacionarme, de modo que mis mejores amigos en la actualidad los conocí en Internet. Quizás también es el hecho de que me resulta más facil expresarme o conocer a la gente a través de la palabra escrita que en persona. No lo sé.

Hay algo que me gustaría aclarar. Un asperger debe tener mucho cuidado al buscar amsitades o al relacionarse con la gente, ya que entra ahi el tema de las falsas amistades o las personas que son conocidas como manipuladoras o tóxcias. La falta de empatía, de habilidades sociales y la ingenuidad aparente de un niño o adolsecente con Sa, puede hacerlo víctima de personas así, como me ocurrió varias veces en mi vida. Aunque ya tengo cierto concoimiento para detectar a ese tipo de personas, debo reconocer que no poseo la intucuión de los NT para reconocer a alguien así. Es tarea de los padres apoar muy d ecerca a lso hijso con SA, y de darles un ejemplo sólido d evalores morales, congruencia y racionalidad para evitar que caigan fácilmente en las redes de estas personas nefastas.