Alejandra
En mi experiencia, desde niña,
los cambios y las situaciones inesperadas o no planeadas me causaban ansiedad.
Es decir, cualquier cosa que se alejara de la rutina me causaba ansiedad; lo
cual le resultaba extraño y preocupante a mi familia y a la gente a mi
alrededor, ya que me preocupaba demasiado por cosas insignificantes, lo cual no
parecía normal.
A partir de mi diagnóstico de
Síndrome de Asperger he ido aprendiendo a controlar mi problema de ansiedad, y
en el presente esto ya no me causa problemas como antes.
Aunque, en mi caso, yo nunca he
tomado ningún medicamento para la ansiedad o para la depresión, ya que no lo he
requerido, he logrado manejar mi ansiedad. Y lo que a mí me ha ayudado ha sido
hacer otras actividades distintas a la escuela, es decir, la rutina, como hacer
ejercicio, practicar yoga, meditación o incluso aprender a tocar un
instrumento; ya que, he notado que estas
actividades me ayudan a distraerme de la rutina, por lo que los pensamientos de
ansiedad y preocupación disminuyen significativamente.
Además, conforme he ido creciendo
y gracias a las terapias en grupo, me he dado cuenta que mi ansiedad hacia los
cambios y las situaciones inesperadas realmente no tiene razón de ser; ya que
al reflexionar, después de que ocurrió lo que me causaba tanta ansiedad, me doy
cuenta de que realmente no ocurrió nada malo como yo temía, que era lo que me
llevaba a tener ansiedad.
También he tenido que adaptarme a los cambios y a las situaciones
inesperadas, por muy desagradables o incómodos que me parecieran antes. Como en
la universidad, por ejemplo, he tenido que aprender a trabajar con distintos
equipos, ya que cada semestre cambia la situación y no siempre se puede
continuar con los mismos compañeros con los que ya me había acostumbrando a
trabajar en equipo, e incluso llega a suceder que realmente no hay nadie que
conociera antes.
Otra situación que he tenido que
enfrentar en la escuela ha sido que, al inicio de cada semestre debo planear mi
horario; sin embargo no siempre resulta siendo como lo había planeado, ya que
los maestros deciden a qué alumnos aceptarán en sus clases y la mayoría de las
veces eligen al azar. En estos casos, tengo que cambiar en el momento todo lo
que ya había planeado con anticipación para mi horario.
En el pasado, ante situaciones
como éstas, habría tenido mucha ansiedad y tal vez no habría sabido qué hacer,
lo cual me habría causado bastantes problemas. Pero gracias a que he aprendido
a adaptarme, todo me ha resultado mucho más sencillo.
Sin embargo, al estar en la
universidad sí sucede que hay momentos en los que llego a experimentar bastante
estrés, debido a la dificultad de la carrera y todas las cosas con las que debo
cumplir.
Pienso que para las personas con
Síndrome de Asperger, la ansiedad casi siempre se presenta; pero debemos
aprender a manejarla para poder adaptarnos de una manera lo más normal posible
a cualquier situación, y de esta forma evitar problemas.
En mi opinión, aunque yo no tengo
experiencia con los medicamentos para ayudar a la ansiedad, y en lo personal, no
me agradaría tomarlos, me parece que las otras alternativas como hacer
ejercicio o meditación, así como las terapias, también pueden ser muy útiles y
una muy buena opción para el manejo de la ansiedad.
Nayeli
La experiencia que yo tengo con la ansiedad desde niña es, que me ponía muy ansiosa y me angustiaba cuando teníamos que trabajar en equipo, salir a deportes, pasar al pizarrón o hacer dinámicas: como hacer juegos en los que requería de que si perdías, se te daba un castigo, más que nada me daba mucha vergüenza hacer estas actividades porque tenía miedo de que si me equivocaba, los demás se burlarían de mí. Entonces al momento que la maestra anunciaba una de estas actividades, me ponía muy nerviosa y hasta pedía permiso para ir al baño y tardarme para que así no me tocara. En el caso de hacer equipos, principalmente en mi niñez me era muy difícil encontrar equipo, la mayoría de las veces la maestra me tenía que poner en grupo, lo cual me mantenía en constante ansiedad.
Ya en mi adolescencia, entre mis 10 a 15, las ansiedades eran básicamente la escuela, los cambios, ser aceptada y pasar a exponer. La escuela, porque era para mí el esforzarme al 100%, entonces cuando, por ejemplo, tenía que faltar a la escuela, ya sea por salud o por otra circunstancia, no quería y hasta me ponía a llorar porque tenía que ponerme al corriente y, si se tenía que entregar un determinado trabajo o hacer examen me angustiaba por el simple hecho de no saber si afectaría.
En los cambios era, por ejemplo, que me tenía que ir sola o cambio de la rutina y el ser aceptada, a la hora de hablar me causaba mucha ansiedad, porque constantemente me angustiaba por el miedo al rechazo.
De mis 15 años para acá, actualmente tengo 21 años, mi ansiedad ha sido básicamente el miedo a algunas situaciones de diferente índole, por ejemplo, escuela, exámenes, amigos y problemas de la vida cotidiana que a toda la gente le sucede.
Pero he aprendido a controlar mis emociones, enfocándome sólo en la solución y no en los aspectos negativos y, así he sabido sobrellevar situaciones difíciles y fáciles.