miércoles, 25 de marzo de 2015

La adolescencia: la etapa mas dura

No es ninguna novedad que la adolescencia suele ser una etapa sumamente complicada para muchas personas, no importa si son TEA o NT. El ámbito personal ,social y sexual se desarrollan y adquieren forma definida para el resto de la vida durante esta etapa, y en el caso del TEA puede ser una experiencia bastante complicada debido tanto a su propia confusión o angustia interior,que le muestra una realidad en la que se ve cada vez más diferente a los chicos de su edad, tanto a la competencia social, fraternal y de identidad que estos últimos ejercen entre sí y hacia el chico SA. Esta situación, en más de una ocasión puede generar instancias de acoso escolar (e incluso familiar) que varia de grado en grado en cuanto a intensidad y frecuencia. Y es importante también recalcar que el joven SA debe aprender o mejorara durante esta etapa las herramientas necesarias para defenderse de un acoso, hacer amistades, aprender la dinámica de la sexualidad y las relaciones amorosas, afirmar su identidad y su sexualidad de forma sana y sin presiones, de buscar modelos a seguir dignos y de ser encaminado correctamente para un tránsito a la adultez sin grandes complicaciones.

 Por desgracia muchos Asperger experimentan, como dijimos en párrafos previos, no solo del desprecio y la burla de sus compañeros sino también de profesores, autoridades y  familiares tanto cercanos como lejanos, quienes al no entender la diferencia y las peculiaridades de la condición atacan a la persona, o bien le reprochan y le castigan de modo que el joven con SA (muchas veces sin diagnóstico, o con padres que no aceptan o no terminan de aceptar éste) no comprende por que le riñen, de modo que ve minada su asertividad y confianza en si mismo, esto incrementando aún más sus dificultades de socialización. 

Asimismo no se deben subestimar los  malos modelos a seguir, o las malas amistades, algo que los padres no deben pasar por alto, ya que sin un soporte fuerte por parte de ellos y sin una buena red de valores morales bien inculcados, pueden ser otra fuente de dificultades a considerar para un chico con Asperger, dado que por desesperación por encajar en un grupo, ser amigo de alguna persona,o simplemente llevado por la angustia de tener malas habilidades sociales y querer compañía, puede adherirse a conductas desviadas, enfermas, criminales o violentas.

Frente a todas estas situaciones, podemos concluir que sería un apoyo efectivo y una verdadera aceptación por parte de los padres y profesores de la condición de su hijo, saber que no se trata de lo que esperan los mayores de ellos, sino de lo que sus hijos o alumnos  podrían llegar a ser con todas sus capacidades y deficiencias en conjunto. El fomentar que el hijo adolescente sea parte de una actividad extraescolar cultural, laboral o deportiva puede también ser de gran apoyo para la socialización, el desarrollo de talentos y habilidades especiales y el apoyo de la asertividad y la confianza en si mismo. No debe forzarse a socializar al hijo con una actividad de esta índole, sino dejar que elija qué es lo que más le agrada, de modo que se sentirá mas cómodo y aumentaremos las posibilidades de una socialización más efectiva en base a los gustos personales del hijo, de modo que también se abre la puerta a la formación de amistades e incluso de relaciones amorosas.


Dicho esto, seguimos con las colaboraciones del blog.

Roberto


Secundaria y preparatoria: experiencias.

Mis dias de secundaria eran tranquilos, excepto por el Bullyng ocasional, mi abuela me recogia siempre que podia, hiendonos en taxi. Era un lugar divertido por el solo motivo de aprender. Pero por alguna razon siempre me gustaba estar solo, durante los recesos me paraba en una esquina para estar solo, intentaba hablar con alguien pero por alguna razon no les entendia, cada vez que comentaba algo me miraban con extrañeza como si hablara otro idioma, intente acercarme imitando a celebridades o personajes que habia visto en la TV, no me hacia socializar pero al menos me hablaban, atenuando mi soledad. 

Desde antes ya lo hacia, imitar, antes solo podia mirar mudo como hablaban y jugaban los otros niños, no podia hablar correctamente y cuando lo hacia solo gritaba y hacia gestos de un niño enojado. Siempre me han dicho que hablo como si estuviera enojado, con la misma voz, con el mismo tono, pense que era normal, me gustan las generalidades. 

Para poder encajar decidi convertirme en un personaje, un personaje de mi mismo, hecho a base de los esteriotipos populares que habia visto en la TV, desde tontos de una novela hasta personajes de alguna caricatura. De alguna manera funciono, comenzando con un personaje comico para amenizar y parecer simpatico y a veces bonachon, funciono en la secundaria y lo fui refinando, creyendo que solo era un tipo callado o que hablaba poco, "el Cero" me apodaban debido a mi carencia para hablar, ya saben, un mote en una secundaria peligrosa y relativamente agresiva  era y es la norma.

En el 3er año las cosas fueron a peor, el acoso era mas hostil, hasta el punto en que era molestado todo el tiempo tanto en las clases como en el patio, odiaba a esas personas, yo solo queria estar solo, pero ellos no me dejaban. Curioso, queria tener al menos un amigo y yo no podia conectarme con nadie, todos eran estupidos que se reian de cualquier tarugada que oian, yo incluso lo hacia pero aún así era excluido, como si fuera un alien entre ellos, incluso llegue a dudar si realmente era humano, parecia uno, sentia dolor como uno y tenia las mismas necesidades basicas pero los niños y compañeros siempre me trataron con desprecio o me ignoraba, como si fuera diferente.

¿Es extraño queres acercarte a otros y quererlos lejos de ti al mismo tiempo?. Ciertamente encuentro esta contradicción muy interezante, como el misterio de la mujer.

Ese 3er año decidi dejar el personaje del bufon y crear uno mas serio, uno con una personalidad mas seria y de aspecto agresivo, descubri que las personas viven de apariencias, mascaras segun otros, yo siempre e intentado llevar una mascara que divierta y haga feliz a la gente, como un payazo que se rie de su propia miseria, pero eso me llevo a ser blanco de la caceria de aquellos con demonios y frustraciones mas fuertes que los mios. Decidi crear al "chico rudo", una version de mi mas acertiva sin miedo en general, al principio funcionaba, algunos creyeron que era alguien peligroso y de cuidado, pero con lo que no contaba era mi falta de concentracion(mi mayor defecto), no tenia pautas para todas la situaciones, la television no dio patrones para todas las oaciones obligandome a usar pautas del otro personaje, el bufon, eso me llevo a ser objeto de curiosidad y mas tarde de burla, como si fuera una especie de loco que se mueve de modo erratico.

Ese estilo me caracterizo hasta que termine secundaria, luego entre a una prepa en tlatelolco, ahi lleve el personaje del "chico rudo" mas lejos, hasta el extremo, hasta el punto en que gritaba e intentaba parecer que atacaria al que intentara hablar conmigo, algunos maestros vieron las grietas en la armadura y recurieron a tacticas de afecto como el abrazo grupal, eso no servia para mi, no queria afecto, queria que alguien me entendiera. Tambien una sesion con el psiquiatra de la prepa, hable con el hasta el punto de ponerme a llorar de la frustracion, pero el estaba ahi mudo, ni un consejo ni nada, solo tocaba mis hombros tratando de confrotarme, ya lo dije, no necesitaba afecto, ya tenia afecto en casa, lo que necesitaba era ser entendido y escuchado, pero no habia nadie, estaba solo y aislado, llevandome a sentirme mas desesperado. 

Con el tiempo deje esa prepa de paga, la abandone, no queria ir a un lugar tan lejano y que solo me causara pesar. Un año despues hice el examen para prepa otra vez, me prepare como nunca, estudiar no era problema para mi, siempre me gustaba aprender, solo requeria disiplina, me quede en mi primera opción, sacando mas del 90% de las respuestas correctas. Entre asi a un bachilleres, ahi use a un personaje nuevo "el apatico", alguien que no queria nada ni se interezaba en nada, usando pautas del "chico rudo" y el "bufon" para complementarlo haciendome parecer una persona relativamente normal. Ahi era como los otros, no hablaba mas de lo necesario y no hacia comentarios exagerados, siempre me han dicho que hablo de mas, no modero mis palabras, "boca de retrete" entre otras cosas. En este sitio donde parecia encajar intente buscar gente con la cual hacerme su amigo, conpartiera gustos conmigo, pero aún entre los que tenian gustos similares a los mios no encajaba, mirandome como un fenomeno y prefiriendo solo hablar conmigo cuando era extrictamente necesario.

Asi paso el tiempo en el bachilleres hasta que cayo la tragedia en mi familia, obligandome a abandonar el bachillerato. Intente volver, pero mejor considere meterme a trabajar para hacer dinero, pero luego la cruel realidad me golpeo la cara.

Alejandra


La adolescencia no resultó la etapa más fácil para mí, en parte debido a que iniciando mi adolescencia mis padres se divorciaron, fue en el momento en que yo estaba por iniciar la secundaria.
Esto fue particularmente difícil para mí, ya que me enfrenté a muchos cambios al mismo tiempo; y los cambios siempre me ha resultado algo bastante difícil de afrontar. Cambié de escuela al iniciar la secundaria, también de casa y nivel de vida, todo esto por el divorcio de mis padres.
Además, la actitud de la familia de mi madre hacia mí no me ayudó en ese momento, ya que después del divorcio de mis padres se volvieron mucho más insistentes con el hecho de que yo no era como las demás personas de mi edad, y que no me era sencillo socializar con mis pares.
Sus comentarios se volvieron demasiado frecuentes e insistentes en que había algo mal conmigo y debía ir al psicólogo para que me diagnosticaran con déficit de atención. Pienso que tenían esa idea, porque en mi familia hay muchas personas diagnosticadas con hiperactividad o déficit de atención; pero a mí me parecía bastante ilógico que me dijeran que yo debía ser diagnosticada también con lo mismo, porque yo era totalmente diferente.
De hecho, llegó un punto en que me comparaban todo el tiempo con mi hermana, quien es diez años menor que yo, debido a que ella es una persona muy sociable y activa. Me decían constantemente que debía comportarme como ella, ya que eso sí era propio de una persona normal.
Sin embrago, ella ya había sido diagnosticada con hiperactividad y déficit de atención. Por eso, a mí me resultaba ridículo que nos compararan todo el tiempo, ya que no sólo somos personas completamente distintas, sino que además ella es mucho más joven que yo.
Lo anterior no ayudó en nada a mi autoestima, ya que en cierto momento de verdad creía todo lo que me decía mi familia y llegué a pensar que sí había algo terriblemente mal conmigo; que era una persona demasiado extraña y no había nadie que fuese como yo, y que todos los demás eran normales excepto yo.
Aunque nunca sufrí acoso por parte de las compañeras durante la secundaria (yo fui a una escuela donde sólo asistían mujeres en la secundaria), no logré formar amistades significativas o duraderas ni tampoco me fue nada sencillo socializar.
La parte más difícil en la escuela fue que la psicóloga de allí notaba mi dificultad para relacionarme y también, hacia mucho hincapié en que debía ir a terapias. Sin embargo, nadie supo durante esta etapa de mi vida que realmente yo era diferente porque tenía Síndrome de Asperger.
Todo lo anterior hizo bastante difícil para mí esta etapa, particularmente en los dos primeros años de la secundaria; ya que durante el segundo año llegó un momento en el que ya no tenía ganas de levantarme en las mañanas para ir a la escuela, además de que me enfermaba muy frecuentemente. Por esta razón sí me ausenté muy seguido y en repetidas ocasiones durante el ciclo escolar.
 Sin embargo, mi rendimiento escolar continuó siendo muy bueno. Pienso que fue debido a que siempre estuve planeando mi futuro, en ingresar a la preparatoria que yo quería y así, poder ir a la universidad; y esto me motivaba bastante.
Para mi último año de la secundaria realmente me concentré en ingresar a la preparatoria, por esta razón no sentí que me afectara ya tanto todo lo anterior.
Posteriormente, ingresé a la preparatoria que yo quería con éxito. Esta etapa de mi vida fue mucho más estable y agradable que la secundaria.
Fue en mi primer año de la preparatoria que al ver un programa de televisión donde representaban a un adolescente con Síndrome de Asperger, así como  la forma en que lo diagnosticaron y cómo lo manejó posteriormente, que me di cuenta de que yo  tenía ciertos rasgos de conducta similares a ese personaje. Por esta razón  comencé a investigar qué era el Síndrome de Asperger, fue así que me di cuenta  que era posible que yo lo tuviera.
 Esto fue un alivio para mí, ya que me di cuenta de que sí había otras personas como yo, y además había una razón por la siempre fue diferente.
Aunque la socialización siguió siendo un tanto difícil para mí, sí logré tener unos cuantos amigos y aprendí a adaptarme un poco mejor a trabajar en equipo.
En la preparatoria fue cuando definí qué carrera estudiaría en la universidad, todo esto me mantuvo bastante motivada. Como había mencionado, siempre estuve pensando en  qué quería realizar en el futuro. 
Finalmente, sí escogí mi carrera de acuerdo al que siempre fue uno de mis intereses más importantes, las Matemáticas.
 Fue al concluir la preparatoria que me diagnosticaron con Síndrome de Asperger, y comencé a asistir a terapias en grupo para aprender cómo mejorar y enfrentar todas las dificultades que siempre había tenido.

En conclusión, los primeros años de la adolescencia no resultaron tan sencillos y agradables para mí como hubiese querido, ya que sí enfrenté ciertas dificultades. Sin embargo, el apoyo de mi madre y el hecho de que siempre estuve pensando en mi futuro, me motivaron y ayudaron a salir adelante y, a pasar esta etapa.

Fernando

La adolescencia llegó unos pocos años después del divorcio de mis padres. Mi madre en ese entonces tenía una nueva pareja y vivíamos con mi madre mi hermano y yo. Recuerdo que en la secundaria, mis primeros tres años experimente bastante bullying por ser un año más joven que mis compañeros y por mis excentricidades. Sin embargo, en el último año perdí interés en los estudios. Me dedique completamente a volcarme en mis intereses, pasaba horas dibujando en la escuela en lugar de hacer los trabajos y tareas que los maestros encomendaban. Tuve algunos amigos, que eran también chicos marginados que no encajaban en ninguna parte, pero también fui molestado por ellos, de modo que quien siempre llevaba la peor parte del bullying era yo. Durante esta etapa desarrollé esa muletilla de ser el bufón y hacer cosas excéntricas o decir chistes para llamar la atención o ser aceptado, misma que duro años hasta casi el fin de la universidad

Finalmente reprobé el tercero de secundaria y tuve que recursarlo de nuevo, siendo esta vez mejor, mucho más enfocado. Durante aquellos años también llegué a robar dinero en pequeñas cantidades para ir al café internet o jugar videojuegos, obviamente fui castigado cuando me descubrían, pero no de la mejor manera. Me ahorraré los detalles. Solo diré que mi madre y los profesores me creían alguien sin remedio, desubicado, retrasado y sumamente rebelde. Solamente una psicóloga ya anciana fue quien pudo devolverme la estabilidad previa al fracaso escolar; en esas épocas, fui diagnosticado como TDAH.

Cuando recursé el tercer año de secundaria me enfrente con el bullying más fuerte de mi vida. En mi salón había varios chicos de barrios y colonias más marginales y violentos que en el que vivía en aquel entonces y el bullying era mucho más brutal, llegando a la violencia física desmedida. En una ocasión me amenazaron con una navaja al cuello, afortunadamente el problema se arregló y el chico que me había amagado fue castigado. En este mismo año una chica quiso ser mi novia y yo no supe como corresponderle, siendo una experiencia bastante embarazosa al no saber ni siquiera besar ni tomar de la mano,además de que no me atraía lo suficiente...

Llegué a la preparatoria por una serie de circunstancias fortuitas, y ahí hice algunos amigos, aunque creo que no fueron tan cercanos como los que hice en la secundaria Pero tuve algunas experiencias bastante amargas, sobre todo una con una mala amistad, que provoco la perdida de varios años valiosos en el trance del fin de la prepa y el inicio de la universidad.Había sido admitido en una carrera que en realidad no me gustaba, y la dejé por influencias de esta persona en lugar de solicitar un cambio de carrera un año más tarde. Una vez más esta persona hizo lo quiso, y yo carecí de la asertividad suficiente para ponerle un alto (no tuve ningún buen modelo de asertividad, como recordarán) siendo que fue una persona manipuladora, cruel, egoísta y que siempre buscó su beneficio propio. Y se decía mi amigo...Finalmente me deshice de él y me encaminé hacia la universidad una vez más para estudiar Diseño Gráfico, pero no ileso, sino con una serie de problemas que incluían autoagresiones, patrones obsesivos, ansiedad extrema y una depresión contra la que sigo luchando hasta el día de hoy...Sobra decir que tanto mi familia como ese sujeto fueron parte de los causantes de aquellos problemas...


Nayeli 


La adolescencia para mí no fue nada fácil principalmente en la secundaria puesto que recuerdo que en primer año mi mama les dijo a todos mis maestros del problema que yo presentaba una maestra fue la que le dijo a todos mis compañeros del síndrome que yo presentaba lo cual fue contraproducente pues mis compañeros se burlaban de mi me decían cosas feas que no quiero decir pero supe salir adelante ya que contaba con el amor y apoyo de mis padres y mi hermana con todas y estas dificultades pase a segundo en este caso me mude yo vivía con mis papas y mi hermana en san juan del rio pero debido al diagnóstico y los tratamientos nos regresamos a la ciudad de México en este tiempo fue todavía más difícil pues aparte de que me sentía inadaptada en la escuela y mi único interés era el de la escuela la relación con algunos miembros de la familia de mi mama afecto un poco mi desempeño académico la causante fue principalmente mi prima que hiba en la misma secundaria que yo nadamas que ella  iba en tercero y yo en segundo me hizo muchas cosas y me dijo muchas cosas feas pero con el apoyo de mis papas lo supe afrontar en tercero fue normal y se me paso muy rápido y termine la secundaria.
Cuando ingrese a la preparatoria todo cambio para mi me volví una persona totalmente diferente a la que era antes incluso hice muchos amigos a lo largo de toda la vocacional pase por muchos momentos de gran variedad desde los buenos hasta los malos al principio en primero y segundo semestre seguía siendo la misma persona interesada nadamas en la escuela pero empezando el tercer semestre tome una actitud que no era propia de mí una actitud de me vale todo y por esa actitud fue que me costó mucho trabajo terminarla vocacional por mi falta de ganas y compromiso para aplicarme en las materias en esta etapa también sufrí varias desilusiones cuando me gustaba un chico y no era correspondida y tuve mi primer novio también en esta etapa en cuarto semestre reprobé casi todas por lo que me deprimí y quería suicidarme mis papas al ver este estado consideraron que no era conveniente que asistiera a clases y me di de baja un año para pensar y analizar qué era lo que realmente quería y me sirvió de mucho
Pasando este cuarto semestre estuve en una lucha constante por terminar la escuela y mis ganas de entrar a la universidad y tantas metas más y algunas personas y situaciones en mi vida diaria fueron las que me impulsaron siempre a seguir de pie y continuar avanzando sin importar lo que llegara a pasar al fin logre terminar la vocacional. En el camino tuve que alejarme de situaciones y personas que no me agradaban principalmente de amigos que a pesar de que los estimaba me hicieron mucho daño.

En conclusión puedo decir que no siempre mi adolescencia fue facil hubo momentos en que quería tirar la toalla pero siempre hubo algo que me impulso a salir adelante y llegar en el lugar donde me encuentro y solo puedo decir que aprendí muchísimas cosas y experiencias que me van a servir a lo largo de mi vida.





lunes, 2 de marzo de 2015

Conciencia de Ser Diferente

El hecho de padecer una condición como el síndrome de Asperger puede ser difícil de aceptar por la mayoría de los miembros de la familia, sobre todo en sociedades típicamente conservadoras, tradicionalistas y poco acostumbradas a la diferencia notoria entre sus miembros. El deseo de la mayoría de los padres de familia es tener hijos sanos, fuertes e inteligentes que puedan enfrentarse al mundo de forma resuelta y efectiva. No obstante, el síndrome de Asperger conlleva una diferencia, una discapacidad social que en dado momento, dado el grado de afectación del TEA del niño o adolescente, requiere intervención especializada.

La conciencia del ser diferente puede estar presente desde la mas tierna infancia, sin embargo, el hecho de aceptar ponerle un nombre o una etiqueta a la condición  propia puede se extremadamente difícil para muchos Asperger, dada su educación, dadas sus circunstancias actuales, dada la presión social y familiar, etc. Pero a pesar de ello, trataremos de esclarecer en nuestros testimonios que casi siempre en los Asperger existe esa conciencia de estar aparte.



Alejandra

uve conciencia de ser diferente a las otras personas de mi edad desde mi infancia, ya que me costaba mucho más que a los otros niños realizar cualquier tipo de actividad física; sin embargo, ése era el único aspecto en el cual yo notaba que era diferente.
Aunque mi familia señalaba a menudo que no era normal que me resultara tan difícil socializar con niños de mi edad y que fuera introvertida, para mí esto no resultaba alarmante porque me era indiferente.
Recuerdo que presentaba mucha ansiedad por razones que parecían insignificantes para todos los demás, como cualquier cambio que se presentara o algo que no fuese planeado.
Mi familia también notaba que tenía una falta de empatía hacia los demás y me era difícil mantener una amistad.
Mientras fui creciendo, me di cuenta de que sí era diferente a los demás por otras razones, como el hecho de que no entendía la mayoría de los chistes y me costaba demasiado entender libros que utilizaban metáforas, debido a que mi interpretación de estos era totalmente literal.
Además, me di cuenta de que mi voz era un tanto monótona e inexpresiva, a diferencia de las demás personas e incluso me parecía extraño que los demás utilizaran constantemente las manos para expresarse como parte del lenguaje corporal.
Sin embargo, ahora soy consciente de que soy diferente; pero, no pienso que esto represente un obstáculo para tener éxito, ya que he ido trabajando en mejorar mis dificultades y continuaré tratando de mejorar



Fernando



Mencioné en la entrada anterior mis excentricidades...bien, eso fue lo que me puso en una posición en la que me sentía diferente de los demás. No comprendía el motivo, por el cual a pesar de mis intentos de integración y de compartir mis gustos nunca conseguía una respuesta efectiva de parte de los otros niños.Incluso cuando logré tener un pequeño grupo, los otros chicos a veces hacían cosas sin decirme, y también parecía que me toleraban solo para que no estuviera solo

La ansiedad también estaba presente, al experimentar situaciones que no estresaban a otros niños o a mi hermano, pero que en mi caso si provocaban una perturbación fuera de lo denominado normal. De pequeño también, mientras los otros niños estaban interesados ne el fútbol o en la caricatura del momento, yo hacia preguntas sobre política o religión a mis padres, por ejemplo.

 En la familia paterna, que era con la que tenia mas contacto, siempre note cierta condescendencia para conmigo, toleraban hasta cierto punto mis peculiaridades, pero trataban de corregirlas o eliminarlas en cuanto podían, en ocasiones con lujo de violencia y castigo innecesario. El hecho de estar en una familia también religiosa y muy tradicional, no hizo las cosas más fáciles.


Nayeli
Yo me di cuenta que era diferente al resto de los niños, principalmente porque me costaba mucho trabajo entablar y saber mantener una conversación con los demás.
Yo era muy entrada a la escuela y a otras cosas que mis compañeros de escuela no veían bien. También me costaba mucho trabajo interactuar con la familia de mi papá y de mi mamá, me daba mucha pena, sigo sin saber el motivo de ello. También me daban mucho miedo los cambios que tenían que ver principalmente con una escuela nueva, pues yo no sabía cómo interactuar con otras personas, me daba mucho miedo.
Con el paso del tiempo reconocí que sí era diferente pues no mostraba mucho afecto hacia mis compañeros cuando ellos me saludaban, yo no les hacía caso porque no tenía desarrollado tanto esa parte afectiva, me costaba mucho trabajo.
Yo me preocupaba exageradamente por la escuela, incluso hasta lloraba si no entregaba una tarea, cosa que otras personas no le tomaban tanta importancia.

Sin embargo, soy consciente de ser totalmente diferente de otras personas, pero no por eso soy menos que los demás. Yo considero esto como un obstáculo más a vencer en la vida y, la verdad es que he evolucionado satisfactoriamente de cómo era antes y seguiré esforzándome para ser mejor persona cada día. Ésa es mi meta de vida.


Nuestra infancia, nuestras experiencias

No se puede hablar de un patrón predeterminado o definido de lo que es la infancia de una persona con TEA o Síndrome de Asperger. El ambiente, los estilos de crianza, el contexto sociocultural e histórico son factores determinantes para el desarrollo de un niño con TEA. Asimismo, no debe olvidarse que siempre existirán una serie de características que forman al Asperger como tal y que comúnmente se observan desde la infancia mas temprana (3-4 años). En esta entrada, relatamos las experiencias de quienes escriben y colaboran en este blog.


Alejandra


Infancia
Mi infancia fue normal, aunque yo me comportaba diferente a los demás niños de mi edad. Porque, no tenía intereses parecidos a ellos y no me gustaba participar en juegos que involucraban habilidades físicas, y en cambio prefería jugar juegos de mesa. Esto se debía también, a que nunca me fue sencillo realizar actividades físicas porque tenía muy poca coordinación a diferencia de los otros niños.
Yo notaba que era diferente, ya que nunca pareció que para mí fuera tan sencillo realizar actividades físicas como para todos los demás niños. Sin embargo, ésta no era una situación que me preocupara en ese momento, porque no me gustaban ni me interesaban las actividades físicas.
También recuerdo que desde niña yo no era tolerante a las texturas, por lo cual no me gustaba ir a la playa ni al parque; además, de que mis padres notaban que yo parecía ser inusualmente sensible a ciertos sonidos.
Generalmente prefería jugar yo sola que con otros niños de mi edad, porque me parecía que ellos eran muy desordenados y yo quería tener todo en orden.
Además, yo era muy dependiente de mis padres y me tomó mucho más tiempo que a otros niños aprender a realizar tareas sencillas por mí misma, como amarrarme las agujetas.
Aunque tenía estas dificultades motoras, logré destacar de cierta forma en el área académica.
En general, tuve una infancia bastante feliz y normal, a pesar de mis dificultades de desarrollo.


Mi experiencia en la escuela primaria fue mucho más difícil que en el jardín de niños, ya que allí notaban mucho más que yo parecía ser extraña a comparación de los demás niños por no socializar, a pesar de mi buen desempeño académico, lo cual remarcaban constantemente como algo muy grave y negativo. Pienso que esto no ayudaba en nada a mi autoestima, pero me era indiferente el hecho de querer tanto socializar con los demás.
Aunque logré tener algunas amistades durante esta época, no pude mantenerlas y en general formar una amistad era demasiado difícil para mí.
Sin embargo, no sufrí de rechazo o acoso por parte de mis compañeros; aunque, mis maestras eran quiénes insistían demasiado en que mi conducta no era normal.
Como seguía siendo torpe y tenía poca coordinación, esto comenzó a preocuparme un poco más en esta etapa de mi vida, porque era más notorio ahora que me diferenciaba de los demás.
Pero, a pesar de todo esto tuve éxito en el ámbito académico, y fue en este momento de mi vida que comencé a notar que tenía cierta habilidad para las Matemáticas y para el idioma Inglés, por lo que desarrollé un gusto por ambos.

Me doy cuenta de que no me resultó fácil el periodo de la primaria. Sin embargo, salí adelante con el apoyo de mis padres que me llevaron a distintas actividades relacionadas con todo aquello que representaba un reto para mí, como clases de natación, pintura y piano; lo cual considero que me ayudó en cierta forma a superar algunas de mis dificultades durante esta etapa de mi vida.



Fernando


En mi infancia recuerdo que mi forma de socializar con otros niños era bastante torpe, mi madre me instaba a socializar con otros niños sin embargo yo no entendía el objeto de sus juegos, me parecía soso, desordenado y poco imaginativo. Recuerdo que a pesar de que trataba de integrarme siempre me quedaba solo, por lo menos en los primeros años de la escuela primaria sucedía de ese modo. La mayor parte del tiempo vivía en mi mundo de fantasía creando mis propios juegos, haciendo ruidos en voz alta. Ya en mi infancia eran muy notorias mis ecolalias y estereotipias.

 Años mas tarde empece a integrarme con cierta dificultad en grupos de no más de diez niños. Logré cierto nivel de socialización sin embargo este fue hasta cierto punto torpe y primitivo. Solo lograba socializar con niños que compartían mis propios intereses. Ademas de ello, siempre fui bastante malo en los deportes, pésimo para el fútbol, mi letra era muy mala (hasta la actualidad) también considerado como obsesivo, inteligente, bizarro y excéntrico por los otros niños de mi edad. 

Tuve por supuesto intereses intensos, entre los que destacaban la astronomía, los ovnis, los dinosaurios, ciertas series de televisión, capitales del mundo, etc. Tuvo una costumbre bastante desagradable por años, me comía los mocos, y aquello me ocasionó más bullying del que ya recibía por mis características tan notorias.

Con respecto a mi familia recuerdo que siempre tuvimos muchas carencias económicas, y tras el divorcio de mis padres fue aun más notorio. No había mucho dinero mas que para comer y pagar las necesidades básicas, era raro que tuvieramos algún lujo, incluso hasta los más pequeños y triviales, ademas de que siempre hubo cierto rechazo hacia mis peculiaridades y diferencias en la familia paterna.

Como colofón, no diría que mi infancia fue del todo mala, pero tampoco fue de ensueño.


Nayeli

Mi infacia fue normal por que yo siempre me la pasaba sola en comparación con el resto de los niños y no solo eso lo mas difícil para mi era que tenia algunas dificultades motoras coloreaba muy mal y escribia mas grande de lo normal aunado que era pésima en los deportes no me gustaba en especial por que tenia miedo de que si hacia mal alguno de esos ejercicios mis compañeros se burlarían de mi y en el peor de los casos eso muchas veces si paso tampoco me gustaba cuando hacían dinámicas de juegos mas que nada por que me aterraba participar por que tenia miedo a equivocarme y quedar en ridículo al igual que lo anterior también tuve muchas experiencias desagradables ya que los niños se reian de mi y por lo mismo tampoco me gustaba cuando los maestros nos pedían formar equipos por que si hay algo que tengo muy marcado es que siempre yo quedaba sola y me sentía mal por que los demás niños no me escogian.
Yo sabia muy en el fondo que era diferente de los demás niños y niñas por que a mi se me hacia muy difícil entablar una conversación y me frustraba ver como a los demás les era relativamente fácil hablar sin pena. Eso es en el ámbito escolar en el plano familiar puedo decir que fue la etapa mas hermosa de mi vida pues me divertia jugando con mis primos y primas que aunque a veces tenia diferencias